Disfruté de la tranquilidad y vistas maravillosas del lugar, además de asistir a los maitines en canto gregoriano.

me sentí muy a gusto, no he tenido ningún inconveniente

Un retiro mágico en la naturaleza

Las vistas desde la habitación eran impresionantes, despertarse con la luz del amanecer sobre el valle fue un regalo dorado. El canto gregoriano resonando creó una atmósfera única durante nuestra estancia.

Sin embargo, notamos que la falta de opciones para la cena fue un inconveniente, ya que el bar cerró temprano y fue difícil encontrar un lugar para comer fuera.

La cena era tan sosa, casi un platillo de monje, y la mampara de ducha estropeada reemplazada por una cortina de plástico. No entiendo por qué no me ofrecieron un upgrade de habitación por los inconvenientes. Esperaba al menos un trato VIP, pero sólo recibí lo normal. Casi escribí una buena reseña, pero simplemente no pudo ser.

exploraciones mágicas con vistas increíbles y cercanía a atractivos

Disfruté de las maravillosas vistas del valle y la cercanía al monasterio, perfecto para pasear y descubrir la historia de la zona. sin mencionar que desde aquí puedes visitar el embalse de Yesa, que está a menos de 5 minutos en coche, ¡un lugar impresionante para disfrutar de un día al aire libre! aunque el lugar necesita algunas mejoras, porque el ambiente es un poco antiguo.

El lugar es mágico, ubicado en un valle hermoso rodeado de montañas. La posibilidad de dormir en un monasterio es una experiencia única. Las vistas son espectaculares y la atención del personal fue siempre amable, lo que hizo nuestra estancia más agradable. Además, la habitación era amplia y bien equipada, con un espacio de trabajo que nos fue muy útil.

Sin embargo, la falta de aire acondicionado en las habitaciones fue un inconveniente considerable, especialmente con el calor nocturno.

Impecablemente mantenido y un servicio excepcionalmente atento, rodeado de un ambiente histórico cautivador.

Grupo ideal para desconectar

Un lugar realmente único, no solo por la tranquilidad sino por las vistas espectaculares del valle. La posibilidad de asistir a los oficios en canto gregoriano fue como un susurro de historia en mis oídos.

No fue barato, pero aún así valió la pena.

Una experiencia excepcional en un entorno majestuoso

Dormir en un monasterio con vistas al valle es increíble. La atención del personal fue excepcional, en especial el abad, quien nos facilitó un acceso adaptado. Disfrutamos cada momento y recomiendo solicitar una habitación sin escalones para una mayor comodidad.

Dormir en el Monasterio de Leyre fue una experiencia única. El canto gregoriano resonando por los pasillos junto al entorno privilegiado me dejaron sin palabras. Aunque me hubiera gustado más opciones para el desayuno, la tranquilidad y la vista desde la terraza compensaron cualquier inconveniente.

La comida del restaurante dejó que desear, no estaba a la altura. Las vistas son espectaculares y el ambiente es perfecto para excursiones. Dormir en el monasterio fue una experiencia única. Fui a escuchar a los monjes cantar, increíble.

Ubicación espectacular, perfectas vistas y un lugar ideal para excursiones. La habitación era cómoda y me encantó escuchar a los monjes cantar. Un toque mágico, realmente.

No entiendo por qué la cena era tan sosa, casi un platillo de monje en sí mismo.

La ubicación es increíble, con vistas sobre el valle y rodeado de montañas. El espacio de trabajo en la habitación fue muy útil, y el ambiente tranquilo hizo de nuestra estancia una experiencia memorable.

Sin embargo, el menú en el restaurante podría ofrecer más variedad en las opciones de cena, ya que encontré que era un poco limitado.

Las habitaciones eran correctas, aunque el agua caliente no llegó.